Esta semana hemos dedicado algo de tiempo a probar Total Domination, el MMORTS gratuito para navegador de gestión de imperios desarrollado por Plarium. El juego transcurre en un futuro distante en el que la Tierra es un desierto baldío en el que los jugadores se enfrentarán a letales enemigos controlados por la IA y contra otros jugadores para sobrevivir y prosperar.
Aunque la impresión inicial es que sus gráficos y la banda sonora son muy buenos, además del hecho que los PNJs que nos dan misiones tienen voz, y no están nada mal. Y si os molesta el sonido siempre podéis apagarlo.
La principal premisa del juego es que tenemos que defender una base, cosa que tendremos que hacer desbloqueando tecnologías y consiguiendo recursos, y usándolos para construir numerosos edificios, que nos permitirán entrenar a un ejército futurista con el que defenderemos nuestros territorios y atacaremos los de nuestros enemigos. Aun así los jugadores tienen que estar atentos a las amenazas controladas por la IA. Los jugadores también cuentan inicialmente con una protección que les protege durante tres días o hasta que alcancen nivel treinta; esta protección caerá si los jugadores optan en atacar a otro jugador.
El juego nos guió mucho sobre qué hacer en cada en cada momento, dándonos misiones constantemente, en las que tenemos que construir edificios específicos, entrenaremos ciertas tropas y atacaremos a enemigos determinados a cambio de experiencia, recursos, y Cristales (la moneda Premium del juego). Al completar una misión el juego nos dará una o dos misiones más, y al cabo de un rato llegaremos a la conclusión que cuesta mucho salir de los raíles por los que nos lleva el juego, ya que el ignorar las misiones y hacer lo que nos plazca no sale a cuenta pues no conseguimos unos recursos que son vitales para progresar.
Aunque el juego no es nada complicado, y todo funciona como debería, no siempre hace un gran trabajo informándonos de los detalles, lo que hace que a veces tengamos que rebuscar por los submenús hasta encontrar lo que necesitamos para avanzar. Un aspecto que no nos gustó, es que en lugar de tener un menú unificado para las opciones de nuestros edificios, cada edificio tiene un menú propio que solo se abre al clicar en él, lo cual es un problema cuando tienes docenas de edificios apelotonados y clicar en uno específico es una odisea.
A medida que vamos completamos misiones, nos damos cuenta que todos los jugadores siguen el mismo camino al subir de nivel; todos construiremos los mismos edificios, investigaremos las mismas tecnologías, y conseguiremos las mismas recompensas y las mismas tropas. Todo el juego da la sensación de ser muy lineal, incluyendo que ramas investigar, ya que ciertas tecnologías solo pueden investigarse mediante el gasto de ciertos recursos que solo se consiguen en misiones avanzadas.
Cuando consigues reunir un ejército de un tamaño decente, ya sea mediante entrenamiento de tropas o al conseguir unidades como recompensa a las misiones, el juego te da misiones en las que tienes que atacar los asentamientos de los enemigos controlados por la IA, misiones que cada vez son más difíciles (al menos eso es lo que dicen las misiones) en las que conseguiremos más tropas y rescataremos prisioneros de los asentamientos enemigos que destruyamos. Tras horas de hacer esencialmente lo mismo, repitiendo las mismas misiones una y otra vez, en las que sencillamente solo construimos edificios distintos, descubrimos nuevas tecnologías, o entrenamos las nuevas tropas que hemos desbloqueado, empezamos a estar cansados y aburridos.
Otro problema es que cuando luchas una batalla, es difícil saber cuál ha sido el resultado de la batalla, es confuso saber si has conseguido aniquilar a tu enemigo o si has tomado el control de sus territorios. Esto es algo molesto ya que el no saber que has conseguido es un poco frustrante.
Además de este problema con las mecánicas, nuestro mayor problema es con la moneda Premium del juego, los Cristales, que aunque es posible conseguirla en misiones, la gastas constantemente para progresar. Lo más grave es que solo puedes comprar muros con cristales, y para proteger tu base necesitas una gran cantidad de secciones de muro, lo cual te obliga irremediablemente a gastar dinero real. En resumen el juego te “obliga” a comprar cristales si quieres estar protegido de los ataques enemigos.
Aunque el juego no es terrible, y tiene oportunidades de juego muy interesantes, que mejoran cuando llegas a nivel alto, lo malo es que para llegar a ese punto tienes que completar una cantidad exasperante de misiones repetitivas y monótonas, que pueden hacer que te canses del juego rápidamente.
Si queréis saber más del juego, os invitamos a que echéis un vistazo a nuestro perfil del juego en el botón INFO que tenéis justo debajo.
