Recientemente hemos echado un vistazo a SMITE, el nuevo título MOBA en tercera persona de Hi-Rez Studios, un título en el que participarás entre inmortales y dioses de todas las mitologías y religiones, que cuenta con algunas características de los más originales. Siendo honestos el género MOBA ya está lleno de títulos que intentan (aunque sin demasiado éxito) ofrecer una experiencia de juego única reinventando un género algo hastiado. Y con Smite realmente creemos que los desarrolladores han conseguido crear algo distinto, y la perspectiva del juego en tercera persona consigue cambiar completamente la forma de jugar al juego.
Tenemos bastante experiencia con los juegos del género MOBA, ya que hemos jugado a League of Legends, Heroes of Newerth, Dota, Dota 2 y hemos tenido la oportunidad de probar títulos más novedosos cómo Infinite Crisis o Merc Elite, y podemos decir si lugar a dudas que SMITE es algo único para el género, y realmente da la sensación de estar jugando a un juego completamente distinto. Además los combates son muy emocionantes, divertidos y en las partidas tienes la sensación constante de que te pueden atacar desde cualquier lado, lo que ciertamente ocurre constantemente.
La idea central del juego es muy similar a la de la mayoría de Mobas, ya que tienes rutas, torres y esbirros, por los que tendrás que abrirte paso hasta alcanzar la base enemiga. Aun así el juego cuenta con diferentes modos de juegos que tienen algunas variaciones, como campos de batalla con una única línea rodeada de jungla, sin jungla, con solo dos líneas, etc. Nosotros decidimos centrarnos en el modo estándar con tres caminos. Un punto que se aleja a lo que conocemos de un MOBA es que nos movemos usando las teclas WASD, lo que aunque puede ser raro al principio, una vez lo controlas, resulta muy sencillo e intuitivo.
Otras diferencias respecto a lo que podemos en un MOBA clásico, son las torres fénix y los titanes. Las torres fénix son una torres extremadamente poderosas, en las que como su nombre dice hay un fénix que regenera su salud, pudiendo incluso volver de la muerte tras unos minutos; al derrotar la torre fénix del equipo enemigo tus esbirros tendrás más salud y harán más daño, lo que resulta muy útil y puede cambiar las tornas de la batalla. Los titanes son unos PNJ que cada bando tiene en su base, que son muy poderosos y resistentes, y que requieren de coordinación y trabajo en equipo para poder ser derrotados; derrotarlos es muy importante ya que al hacerlo ganarás la partida, y que en sí mismo es un propio mini juego dentro de la partida.
En las partidas que pudimos jugar, nuestros compañeros eran tan novatos como nosotros mismos, e inicialmente solo teníamos acceso a una selección de dioses muy básica. Esto se vio reflejado en las partidas que participamos en una gran falta de comunicación, poca coordinación, y morir muchas veces por emboscadas enemigas… aun así nos lo pasamos endiabladamente bien.
En nuestras partidas las torres caían y el equipo enemigo llegaba hasta nuestro fénix con facilidad dada nuestra poca coordinación, pero siempre conseguíamos contratacar, participar en emocionantes batallas, conseguir remontar y algunas veces incluso ganar. Uno de los principales problemas de estos juegos, es que las partidas son muy largas, de media hora a 45 minutos, lo que limita a los jugadores casuales que no puedan disfrutar de partidas tan largas. Aún así el juego es divertido, emocionante y es realmente una experiencia digna de ser probada.
Primeras impresiones de Smite
8
Valoración
Mecánicas:
9/10
Gráficos:
8/10
Sonido:
8/10
Un soplo de aire fresco en un género algo saturado.
Las partidas son muy largas, lo que puede alejar a los jugadores casuales.