Esta semana dedicamos unas cuantas horas al MMORPG de manga y fantasía Elsword. El juego ha sido actualizado hace poco con un gran parche de contenido, inaugurando así la segunda temporada, la cual trae bastantes cambios, entre los que se incluyen mejoras generales, modernizaciones de algunos personajes y voces en inglés para estos.
Fue la primera que nos sentábamos a jugar a Elsword, así que, honestamente, las actualizaciones de la segunda temporada no nos afectaron en exceso, ya que no teníamos una base con la que comparar el antes y el después. Pero ello no nos impidió aventurarnos en este RPG de fantasía.
Con una base manga, el juego ofrece progresión a través de misiones y todo lo que uno espera de un juego de fantasía: caballeros, espadas y magia. Cuenta con un estilo artístico muy cuidado y un gameplay muy característico, ya que podría definirse como un juego de plataformas en 2.5D. Es un juego 2D clásico, donde podemos desplazarnos lateralmente, pero añade la posibilidad de moverse también a diferentes profundidades, creando de esta manera una sensación de 3D que, sinceramente, es muy agradable y no resulta en absoluto incómoda. Como cualquier MMO, Elsword también incluye clanes, PvP y crafting. Sin embargo, donde destaca especialmente es en el combate.
Lo primero con lo que nos topamos es con la selección de personaje o clase. Las opciones son muchas y cubren todo el espectro, desde personajes que luchan a melé hasta los que lo hacen a distancia, pasando por los que se centran en el daño o en la defensa. Cabe destacar que al ser personajes predefinidos no existe personalización, no se nos permite cambiar la apariencia, aunque lo que sí podemos modificar es el nombre. Aunque no importa realmente, ya que los NPCs del juego se referirán a nosotros por el nombre del personaje y no el que hayamos escogido.
Comenzamos nuestra aventura con dos habilidades primarias que requieren maná y dos ataques principales que pueden combinarse con las flechas de dirección para crear combos. Atacar produce que aumente la barra de poder, el cual podemos liberar utilizando la tecla Ctrl para convertirnos en una auténtica máquina de matar. Usar el poder nos permite hacer más daño y atacar más rápido. Combinar las habilidades y los ataques ayuda a controlar las hordas de enemigos, aunque hay que confesar que en los primeros niveles no suponían un verdadero reto.
Las misiones son, quizá, demasiado lineales. Puedes coger varias al mismo tiempo y completarlas en el orden que quieras, pero el juego el proceso se reduce a atravesar distintas zonas y mazmorras. Pasar a la siguiente zona es imposible a menos que hayas logrado alcanzar el nivel requerido para acceder, aunque no es un problema, ya que puedes volver atrás y repetir las mazmorras en un nivel de dificultad superior con la consiguiente bonificación de experiencia.
Esto nos lleva a las mazmorras. En Elsword se accede a las mazmorras a través del menú o del registro de misiones si se tiene alguna misión en una mazmorra. Al escoger dificultad “fácil” el propio juego establece la mazmorra para un jugador y así se puede entrar sin necesidad de hacerlo junto a nadie más. Por otro lado, al escoger “normal” o “difícil” el juego te coloca automáticamente en cola para encontrar un grupo. Los grupos son de 4 jugadores. Y como es obvio, a mayor dificultad, mejores recompensas.
En cuanto a la historia, decir que no está nada mal. Los diálogos están subtitulados completamente del coreano original y se nos da la opción de escuchar las conversaciones en coreano o en inglés. En general, la experiencia te lleva a creerte dentro de un anime; hay escenas de vídeo animadas acompañando los diálogos que son increíbles.
El juego es muy divertido, y a medida que se sube de nivel la dificultad se incrementa, lo que te hace tener que esforzarte más, obligándote a esquivar y moverte y además saber cómo realizar las mejores combinaciones para no morir. No pudimos probar la arena porque las colas eran eternas, probablemente porque no hay demasiados jugadores de nivel bajo, pero volveremos sobre ellas.
Si tuviésemos que destacar lo peor, diríamos que la progresión en Elsword resulta algo lineal. Todo se reduce a repetir el mismo proceso y la misma historia una y otra vez sin posibilidad de alterar el rumbo.
