Por: Josep Puig
Hoy os traemos nuestro análisis de Abyss: Dark Arisen, que actualmente se encuentra en su tercera beta cerrada. El juego es un RPG gratuito asiático de NGames, que puede ser jugado desde cualquier navegador. A lo largo de los años hemos jugado a bastantes ARPGs asiáticos, y muchos de ellos son muy parecidos incluso idénticos. ¿Será Abyss: Dark Arisen distinto?
Nada más comenzar el juego no parece demasiado prometedor, ya que la selección de clases disponibles es la típica: Guerrero, Mago y Sacerdote, la eterna trinidad que hemos visto hasta la saciedad en juegos similares, además tal y como descubrimos un poco más adelante, los personajes no pueden personalizarse demasiado, ya que solo podemos usar 4 habilidades por clase. Creemos que si solo hay tres clases distintas, al menos deberían poder personalizarse mínimamente.
Nosotros escogimos la clase Mago, un lanza hechizos con el que nos abrimos fácilmente camino por las primeras mazmorras que hacen de tutorial, en las que acabamos con nuestros enemigos con muchísima facilidad con la excepción de un dragón de hielo, que por la historia nos derrota y tenemos que huir. Como viene siendo habitual en estos juegos, tiene traducciones raras o inadecuadas, aunque no es ni de lejos de las peores que hemos visto.
Tras completar el tutorial, los combates transcurren normalmente en mazmorras e instancias “solo”, que tenemos que ir completando para ir avanzando por el juego, y llegar a nuevas zonas. La primera región del juego es el cementerio de huesos, que por alguna razón recordaba más a una mina, aunque siendo sinceros había un par de esqueletos. A medida que fuimos avanzado esperábamos encontrar más desafíos, pero no fue así, ya que seguíamos acabando con todos los enemigos con un solo golpe, incluso con grupos enteros de enemigos, y ninguna vez nuestra salud bajó del 90%. Desafío cero.
La falta de desafío y el combate mediocre (su sistema de apuntado no es nada intuitivo, y al final no acabas sabiendo si tus ataques apuntan donde está tu ratón o al objetivo más cercano) era solo parte del problema, ya que las mazmorras son muy lineales, y acaban siendo un camino en línea recta con montones enemigos y un jefe al final. De nuevo, ni siquiera los jefes resultaban un desafío, ya que al cabo de unos segundos todos acababan muertos. Al final las mazmorras sencillamente resultaban repetitivas y monótonas, y muchas de ellas incluso eran idénticas. Cada región tiene 10 instancias, y una vez que las completamos tenemos que enfrentarnos a un jefe especialmente más poderoso (con mecánicas más interesantes, pero que igualmente muere tras unos pocos golpes), al que tenemos que derrotar para poder avanzar a la siguiente región. La siguiente zona que exploramos era la Jungla Oscura, la cual tenía un estilo idéntico a la región anterior, pero cambiando su aspecto… y sinceramente, no nos apetecía nada seguir haciendo lo mismo una y otra vez.
Por el juego progresamos completando misiones, y al completar misiones conseguimos experiencia con la que subimos de nivel y oro que necesitaremos para comprar y mejorar objetos. A medida que fuimos jugando más horas, la sensación que tuvimos es que estábamos haciendo lo mismo una y otra vez, además algunas misiones nos obligan a completar una y otra vez las mismas misiones para conseguir ciertos materiales; por suerte el juego cuenta con la opción “blitz”, que nos permite completar los niveles automáticamente a costa de gastar resistencia.
El equipo también se consigue en las misiones y cuando conseguimos una pieza mejor de equipo esta se equipa automáticamente; y podemos mejorarlo usando el oro que conseguimos en las misiones. Cada pieza de equipo puede mejorarse una cantidad de veces predefinida por el tipo de objeto que sea, y cada mejora tiene un coste determinado por la calidad del objeto; al principio los costes para mejorar los objetos son razonables, pero a medida que subes de nivel y consigues objetos mejores el precio aumenta de forma desorbitada, llegando a ser prohibitivo, lo cual te obliga a completar misiones, abusando del sistema de recargas para recuperar la resistencia además de otros sistemas que hacen que consigas mejores recompensas, lo cual también cuesta resistencia.
En el juego también podemos participar en mazmorras multijugador, a las que podremos entrar desde la taberna, donde podremos unirnos a un grupo clicando un botón o invitando a otros jugadores usando el chat. Aunque puedes completar estas mazmorras en grupo, no son demasiado difíciles e incluso puedes completarlas en solitario (al menos a las que tuvimos acceso).
En conclusión: Abyss: Dark Arisen es un juego tedioso y repetitivo, en el que completaremos las mismas misiones una y otra vez, y que se centra en ir desbloqueando nuevos sistemas de juego a medida que subes de nivel. El juego está sesgado de forma que obliga a la gente a pagar si quieren ser competitivos, aunque sinceramente no creemos que consiga hacer pagar a muchos jugadores occidentales debido a sus malas traducciones, y a sus contenidos genéricos. El juego es obviamente bastante popular pues los poblados estaban llenos de gente, lo cual por supuesto afecta negativamente al rendimiento del juego, provocando que sea lento y torpe. En nuestra opinión no ofrece una experiencia que valga demasiado la pena.
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Por: Josep Puig
Primeras impresiones de Abyss Dark Arisen
Beta
Valoración
Las mecánicas de algunos jefes no están mal, se puede jugar desde un navegador, será gratuito.
Mecánicas de juego aburridas y repetitivas, genérico, no aporta nada nuevo, su rendimiento es nefasto.