SkySaga es el flamante sandbox gratuito de Radiant Worlds, un título actualmente en fase Alpha que pudimos probar recientemente y ver con nuestros propios ojos lo que ofrece.
A primera vista el juego es una evolución de Minecraft, pero con mejor apartado gráfico, donde se puede destruir el entorno constituido por bloques y recolectar recursos para construir estructuras. Sin embargo, si uno va más allá, descubre que SkySaga incorpora elementos vistos en otros juegos del género MMORPG que lo hacen destacar como un título único.
Para empezar, SkySaga nos ofrece la posibilidad de escoger entre diferentes razas: hombres mono, hombres león, hombres dragón y hombres normales (todos con versión femenina y masculina); y estas pueden personalizarse de la manera que cabe esperar en un MMO. Una vez determinado el aspecto, debemos escoger cómo será el entorno de nuestra Isla, nuestro lugar personal en el universo: boscoso, desértico o selvático. Esta isla es la base de operaciones en la que podremos construir y destruir distintas estaciones de trabajo y crear lo que se nos antoje. Esto ya supone un cambio respecto a Minecraft, donde habitualmente apareces en el medio de la nada y tienes que sobrevivir construyendo un refugio antes de que aparezcan los monstruos durante la noche.
Pero esto no implica que SkySaga sea Minecraft en modo fácil, ni mucho menos. La acción en SkySaga se encuentra a través de portales que nos llevan a zonas generadas dinámicamente, lo que significa que nunca son iguales, donde podremos disfrutar de distintas aventuras. Los portales se construyen en nuestra isla usando distintos recursos, y según el tipo de recurso utilizado el portal nos llevará a un sitio u otro.
Estas zonas a las que viajamos son inmensas y en ellas uno puede encontrarse cualquier cosa. En nuestra primera aventura a través de un portal nos encontramos con un castillo poblado por caballeros esqueleto. A medida que nos adentrábamos y explorábamos su interior los enemigos se volvían más complicados. Conseguimos llegar hasta las criptas, donde los enemigos se agrupaban y dificultaban el progreso. Allí morimos hasta cuatro veces (puede que no disponer de armaduras y usar armas básicas no ayudase demasiado), teniendo que volver a nuestro cuerpo para recuperar lo que llevábamos encima. Pero así aprendimos que estábamos muriendo porque nos precipitábamos y luchábamos a lo loco, quedándonos sin “stamina” en muy poco tiempo, y esta es necesaria para blandir la espada y atacar. Al final nos topamos con un esqueleto gigante que también nos mató un par de veces más, pero como somos insistentes, continuamos intentándolo hasta que logramos derrotarlo. Resulta que era necesario atacar desde los flancos para conseguir infligir daño. Al matarlo pudimos dar con un cofre del tesoro y después regresamos a nuestra isla.
Más tarde fuimos a Primera Luz, “City of First Light”, la ciudad que sirve de punto de encuentro para jugadores y donde hay muchos vendedores y miembros de las tres hermandades principales: Settlers, Gladiators and Explorers. Cada una de estas hermandades ofrece misiones que nos recompensan con monedas para gastar en vendedores especiales y puntos de facción que aumentan el rango con cada una delas hermandades. Los tipos de misiones son distintos en cada caso.
La hermandad de los colonos (Settlers) se centra en construcción y recolección de recursos, recompensándonos con planos y mejoras. En general el crafting es bastante sencillo: uno abre el libro de planos y escoge lo que quiere crear, después añade los recursos apropiados desde la mochila y así se construye. Cuando se utilizan estaciones, el juego permite escoger el número de elementos que queremos construir y después se pueden recoger los objetos en la propia estación.
La hermandad de los exploradores (Explorers) se centra en todo lo relacionado con el PvE. Sus misiones nos llevan a atravesar portales en busca de tesoros o para eliminar a determinados enemigos. Y completándolas obtenemos armas específicas, como por ejemplo una espada que hace más daño a los enemigos en un entorno boscoso. A medida que se sube de nivel la dificultad aumenta, al igual que la calidad de los tesoros encontrados.
Por último, la hermandad de los gladiadores (Gladiators) es la que se centra en el PvP. Para nosotros, sin ninguna duda, la más divertida. Nos ofrecen la posibilidad de participar en arenas con dos tipos distintos de modos de juego: deathmatch y capturar la bandera. Somos más del estilo del PvP con objetivos en lugar del de matar por matar, así que probamos el modo de capturar la bandera. En este modo equipos de quince jugadores luchan por robar la bandera enemiga y llevarla a su base. Jugando nos topamos con algo que confiamos en que se solucione con el tiempo, pues después de todo el juego aún está en fase alpha. Resulta que los jugadores se van incorporando en la partida de manera progresiva y tienen la opción de escoger el equipo, por lo que hasta que los equipos están completos uno puede encontrarse en batallas totalmente desequilibradas. Y además no parece haber, al menos por ahora, ningún tipo de control en cuanto a nivel de los jugadores. Cuando estábamos a punto de capturar la bandera enemiga nos topamos con un jugador que portaba un hacha enorme y vestía una armadura completa al que no podíamos dañar. Además había construido bloques alrededor de la bandera que nuestra arma era incapaz de destruir. Al final, la primera partida fue un poco frustrante.
Sin embargo la segunda partida fue bastante más divertida. Los equipos estaban más equilibrados y había jugadores con equipo de la hermandad de los gladiadores en ambos bandos. En esta ocasión, ahora que conocíamos la mecánica, nos dedicamos a destruir las escaleras principales que llevaban a nuestra bandera, dificultando así la tarea a nuestros enemigos. También tratamos de destruir la base enemiga, abriendo agujeros y creando caminos alternativos. Sin duda es mucho más divertido cuando el combate está equilibrado. No podemos imaginar lo divertido que puede llegar a ser jugando de manera organizada.
En definitiva, SkySaga tiene mucho que ofrecer y nos lo pasamos muy bien probándolo. Apenas hay cosas de las que poder quejarse. Sea cual sea tu estilo de juego, PvP, crafting o PvE, uno puede pasarse horas y horas jugando, y sin necesidad de juntarse con otros jugadores, ya que ofrece suficiente contenido para realizar de manera individual. Eso sí, con un grupo todo es mucho más divertido, difícil y emocionante.
