Hace bastante poco Armored Warfare, el nuevo shooter de tanques modernos de Obsidian Entertaintment celebró un acceso temprano a su beta cerrada, lo que nos permitió probar el juego por nosotros mismos, y descubrir si el juego tiene potencial como para enfrentarse de tú a tú a gigantes del género como World of Tanks y War Thunder.
Lo primero en que te fijas al entrar al juego, es que su nivel de detalle gráfico es formidable, ya que el juego está siendo desarrollado mediante CryEngine, y es impresionante ver los distintos entornos del juego, desde zonas urbanas, complejos industriales cubiertos de nieves, a instalaciones ocultas en medio de dunas del desierto. Aunque aún le quedan por pulir detalles, nos quedamos muy impresionados de la belleza gráfica del juego, lo cual está combinado con una interfaz limpia y minimalista, que nos muestra cuanta munición nos queda, la posición en el mapa o el indicador de daños de nuestro tanque.
Al haber jugado a bastantes juegos de tanques, que no hubiese un tutorial no fue un gran problema, ya que rápidamente nos hicimos con los controles, y las descripciones del equipo son suficientemente detalladas para que te muevas por los menús de forma bastante intuitiva. Inicialmente solo tienes a tu disposición dos tanques ligeros/reconocimiento, el M113 y el PT-76, que puedes personalizar completamente, pudiendo escoger su comandante, que les proporcionan distintas bonificaciones, como más velocidad, rango de visión, o velocidad de recarga, su tripulación, 4 miembros que proporcionan un rasgo distinto cada uno, diferentes tipos de munición y consumibles, como packs de reparación, extintores o bidones de aceite.
Una vez vistas todas las opciones distintas para personalizar nuestros tanques llegó el momento de luchar, y sorprendentemente el tiempo de la cola fue muy corto (generalmente en las betas es bastante largo porque no hay demasiada gente jugando) y no pasamos más de dos minutos esperando en las colas.
En las primeras partidas nos ajustamos al rol de los tanques que teníamos, ser la vanguardia exploradores que sirven para dar objetivos a los tanques que se quedan atrás. Lo malo es que esto hace que tengas que exponerte y que acabes siendo una bola de chatarra humeante. Algunos jugadores son increíblemente hábiles haciendo saltar a sus enemigos por los aires, por lo que a menudo cuando encontrábamos un tanque enemigo, era cuestión de segundos que estallase en una gloriosa explosión, cosa que nos permitía seguir en la partida un poco más.
Nuestro mapa favorito era el de la ciudad, particularmente cuando usábamos al M113 (mas rápido aunque más frágil que el PT-76), ya que podíamos movernos a gran velocidad por las calles, escapar de los tanques rivales y encontrar donde se escondían para que mis compañeros acabasen con ellos. Además este mapa es muy divertido, ya que podemos destruirlo prácticamente todo, desde muros a coches; aunque un detalle que no nos gustó por falta de realismo es que cuando los destruyes explotan en miles de pedazos, lo cual contrasta ante las realistas nubes de humo, los efectos de agua, de humo o del propio terreno…
Cuando mueres puedes quedarte como espectador de la partida, o volver al garaje para jugar otra partida con otro tanque (no puedes coger el tanque destruido hasta que la partida finalice). Ver a otros jugadores jugar, te enseña que es necesario tener mucha paciencia y habilidad para acabar con los tanques enemigos de un único disparo, y que cuando dos tanques se enfrentan en combate cercano el más hábil y que sepa reaccionar mejor acaba ganando.
Ahora mismo los modos de juego se centran en capturar objetivos, con el objetivo secundario de eliminar completamente al equipo rival; está bien, aunque sería muy interesante que hubiese más objetivos secundarios que nos ayudasen a completar el objetivo primario, y aunque aún es posible que lo veamos en el juego, lo dudamos. Lo que seguramente acabará añadiendo el juego es una campaña PvE, y modos de juego cooperativos, algo que World of Tanks no tiene ya que se centra exclusivamente en el PvP.
Los gráficos y los modos de juego PvE que añadirá el juego en un futuro son desafortunadamente las principales diferencias con WoT, lo que hace que ambos juegos sean muy muy similares entre ellos. Armored Warfare mama de las mecánicas y estilo de combate de WoT (tal y como lo hacen muchos juegos con World of Warcraft y League of Legends), y la verdad es que nos hubiese encantado ver algo más distinto, en lugar de un WoT con mejores gráficos. En general el juego es sobresaliente, pero da la sensación de que Obsidian no se ha arriesgado lo suficiente, pegándose a la fórmula que ha tenido más éxito. El hecho es que Armored Warfare tiene muchísimo potencial, ya que al transcurrir en la época actual puede añadir tecnologías y mecánicas de lo más interesantes… y veremos si Obsidian es capaz de exprimir este potencial.
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