Como siempre, no vamos a explayarnos en el modo de un solo jugador, sino en la vertiente multijugador online del título. En este sentido, ya os avisamos que con Rage podéis olvidaros de encontrar una jugabilidad como la anteriores títulos de iD. Y es que en Rage tan solo encontraremos dos opciones posibles: Un modo de misiones cooperativas para dos jugadores y otro de acción arcade al volante de los buggies que podremos controlar en la campaña de un solo jugador.
Durante la campaña de un solo jugador escucharemos historias de varias leyendas del yermo, de incursiones audaces de otros personajes. Pues bien, en el modo cooperativo podremos protagonizar esas leyendas, nueve en total, junto a un amigo. Las misiones no son muy largas y, aunque sacan provecho del juego en equipo, se echa de menos que no las hayan diseñado para poder jugar con más amigos.
El modo arcade de buggies es más interesante, aunque solo nos permitirá jugar en partidas con un total de seis jugadores. Podremos disfrutar de diferenes modos de juego, desde el de matar a todos, a otros por objetivos como recoger meteoritos o pasar por puntos de paso. En cada mapa podremos hacer uso de potenciadores repartidos aleatoriamente con los que obtener ventajas temporales como reparaciones, recargas rápidas, etc. A medida que matemos a otros jugadores y completemos partidas iremos ganando experiencia con la que subir de nivel y desbloquear mejoras para nuestro buggie. Podremos escoger entre cinco diferentes y una variedad de armamentos y dispositivos de apoyo. De esta forma, podremos configurar nuestro vehículo de combate a nuestro antojo.
Mientras que el modo arcade multijugador de Rage se hace entretenido y frenético para partidas rápidas, el modo cooperativo se nos hace muy corto. Si a eso le sumamos la inexistencia de más modos online más convencionales, nos encontramos con un apartado multijugador bastante limitado para lo que marcan los cánones actuales. Aún y así, si sois fans de los juegos de acción y, de iD, vale la pena darle una oportunidad a Rage para disfrutar de su jugabilidad rápida como complemento a la campaña de un jugador.