Casas en los cielos para los jugadores de Dragon’s Prophet
El Archipiélago Celeste de Auratia no solo será el escenario de batallas épicas entre jugadores en múltiples servidores, sino que servirá también de refugio para que los jugadores descansen sus fatigados cuerpos tras los largos e intensos combates de los clanes.
Los auratianos tendrán la posibilidad de controlar una porción de terreno en una de las muchas islas flotantes en las que pueden empezar a construir su casa. Puede que los clanes deseen asegurarse que sus miembros se hagan con parcelas cercanas unas de otras para crear pueblos o ciudades. La cantidad de parcelas disponibles para alquilar dependerá directamente del tamaño de la isla, la mayoría de las cuales albergará un par de pueblos y un inmenso castillo que tendrá un papel importante en las batallas entre gremios.
Desde una sencilla caseta baja hasta una majestuosa mansión, los residentes pueden construir, personalizar y amueblar su casa como quieran. Los muebles pueden encargarse a especialistas, o bien comprarse a mercaderes en la taberna del pueblo o a expertos carpinteros. Al comienzo de la beta abierta ya hay más de 200 objetos disponibles.
El sistema de vivienda de Dragon's Prophet también permitirá a los residentes lucir sus mayores logros en el mundo de Auratia. Después de derrotar a temibles monstruos jefe, pueden recoger una parte del cuerpo del enemigo, como la cabeza, y usarla para crear un terrible trofeo que mostrar en su casa.
No obstante los jugadores no deberían olvidar el pago del alquiler; podrían acabar perdiendo su terreno y verse obligados a buscar otro barrio. Pero no hay que preocuparse demasiado: los jugadores pueden mudarse a otra parcela con su casa y sus muebles.
El sistema de vivienda se ha diseñado de modo que los residentes puedan ver también cómo están decoradas las casas de sus vecinos, lo que garantiza una competencia feroz entre los decoradores más apasionados de Auratia. Los propietarios de las casas también pueden conceder permisos a sus amigos para que accedan a la casa y a determinado inventario, reorganicen el mobiliario y usen los servicios libremente.